No Me Busques...

No me busques en la inmensidad

Aqui chiquitita me hallo

Mira alrededor, pero cerca.

Puedes sentir que estoy.

No huiré,

Mientras la piel se nos erice,

Mientras la pasión me queme,

Y frenético, me quites el aliento.

Contra reloj va el tiempo.

Y molinos de viento enfrento,

Nada me detiene

Mientras mi corazón sigas estremeciendo.

Si hasta morir en el intento,

No lo intento,

Que me demande el alma,

Mi cuerpo, el viento.

Enfurecida...

En mi mundo bravo, tú me calmas,

Mas cuando la calma asoma,

Enfureces mi mar.

No, no te callas,

Arrebatas todos mis sentidos,

Y sin más, me absorbes.

Soy tuya, cuanto mas invades mi mente,

Y soy tan tuya que mi cuerpo

Guarda tus formas con locura.

Cuando me envuelves, me desnudas.

Y cuando no estas…

Late mi corazón al ritmo del tuyo.

A la distancia conectándose.

Guardo tu calor, guardo tus sueños.

Guardo en mis pensamientos tus besos.

Guardo los enojos y caprichos.

Para devolverte comprensión y cariño.

Y guardo mi amor con locura,

Ese amor que sabes recibir,

Con esa sonrisa, esa mirada…

Sabes como encender mi fuego,

Y apagar mi locura.

Sabes la cuota mínima de mis deseos.

Y sé que mas allá de lo que me conoces…

Conozco tu corazón , habiendo navegado en él.

Apasionado, arrogante y visceral…

Complacientes amantes de nuestra libertad.

Claridad...

Nuevo impacto,

Lejano allí, lleno de dulzura

Quien descansa en este cielo

Mi mirada vislumbra, 

Incontables suspiros

Mi alma llena el olvido,

Y la nostalgia como día de sol,

Desvanece las nubes, irradiando calor.

Despojado el aire que respiro,

De cenizas que el tiempo ha teñido,

Ni rencores escondidos,

Huelen a brisa mis sentidos.

Inconscientes, desaliñados,

Los días de lluvia se agotaron,

No hay chapoteos en la esquina,

Solo almas descalzas, caminaron...

Quedó el silencio inundado,

Y luego que la tempestad pasara,

Se puso el sol en su lugar, 

Y el cielo calmó mi dolor.

Porque un corazón percibe, 

Cuando el amor clama, 

Cuando el dolor desgarra, 

Y cuando luego sana.

Cuando los ojos ya no ven, 

Vuelve la paz al alma,

Pero cuanto durará,

La espina allí clavada.

Cuando despejen las nubes tu mirada, 

Sabrá que el sol siempre estuvo ahí,

Cuando la verdad respire, 

Sabrá el mundo tu amor por mí.

Cuando el ciego vea, 

Cuando el sordo entienda,

Será el corazón quien hable,

No el miedo que calle.

Siempre...

Siempre habrá en tu camino

Un sendero sin andar,

Un sueño que hacer realidad

Y una ilusión que sembrar.

Siempre que se callen las sirenas,

Sonara una melodía en algún lugar.

Llorará un niño en un rincón,

Quedarán danzas por bailar.

Entre las risas ajenas observaré

Asomar de repente su mirada.

Tibia, dulce, equivocada

Mirándome a los ojos, enamorada.